La NASA descubre un fenómeno nunca visto en el cometa 3I/ATLAS
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(Agencia)
Desde hace semanas, los esfuerzos de los servicios de detección de las principales agencias han estado centrados en el cometa 3I/ATLAS. Desde el pasado 1 de julio, día en el que el telescopio ATLAS informara sobre el cometa al Centro de Planetas Menores. Desde ese primer informe, se recopilaron las observaciones hechas antes del descubrimiento en los archivos de tres telescopios ATLAS en diferentes partes del mundo.
Desde este momento se sucedieron toda clase de teorías. Los astrónomos han categorizado este objeto como «interestelar» debido a la forma hiperbólica de su trayectoria orbital. Es decir, su órbita no sigue una trayectoria cerrada alrededor del Sol. Por ello, tal como han detallado la gran mayoría de expertos, 3I/ATLAS no representa una amenaza para la Tierra y se mantendrá alejado de nuestro planeta. De hecho, lo más cerca que se aproximará es alrededor de 1,8 unidades astronómicas (unos 270 millones de kilómetros).
A pesar de que 3I/ATLAS no representa ningún tipo de peligro para nuestro planeta, el polémico astrofísico Avi Loeb ha querido destacar varias anomalías del objeto, refiriéndose a él como un artefacto extraterrestre «posiblemente hostil» que se estaría acercando a nuestro planeta. El investigador de Harvard –uno de los mayores defensores sobre la existencia de civilizaciones extraterrestres– publicó un análisis en el que explicaba las distintas anomalías del cometa.
El cometa 3I/ATLAS es el tercer objeto que proviene del exterior de nuestro sistema solar que se ha descubierto hasta ahora. Cuando se rastrea la órbita de 3I/ATLAS hasta el pasado, se observa claramente que el cometa viene desde afuera de nuestro sistema solar.
3I/ATLAS debería permanecer visible para los telescopios terrestres hasta septiembre de 2025, después de lo cual pasará demasiado cerca del Sol para poder ser observado. Reaparecerá en el otro lado del Sol a principios de diciembre de 2025, lo que permitirá hacer nuevas observaciones.
A la espera de que el cometa desaparezca de la visión terrestre, un nuevo estudio realizado con datos del telescopio James Webb podría haber revelado nuevos detalles sobre la composición del cometa. La investigación, publicada en arXiv, revela como el telescopio de la NASA observó el objeto celeste gracias a su Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano.
«Las observaciones espectroscópicas continuas de objetos interestelares tienen el potencial de revelar detalles cruciales sobre la física y la química de la formación planetaria en sistemas planetarios distintos del nuestro. Nuestras observaciones son compatibles con un núcleo intrínsecamente rico en CO₂, lo que podría indicar que 3I/ATLAS contiene hielos expuestos a niveles de radiación más altos que los cometas del sistema solar, o que se formó cerca de la línea de hielo de CO₂ en su disco protoplanetario original», confirma el estudio.
En resumidas cuentas, la presencia de dióxido de carbono en los cometas indica que estos cuerpos celestes son reliquias de la formación del sistema solar, ya que el CO₂ es un componente primordial del disco protoplanetario a partir del cual se formaron los planetas y los cometas. La detección de CO₂ en un cometa sugiere que el núcleo del cometa está impregnado de este gas, actuando como un «registro» o «cápsula del tiempo» de la composición química original del sistema solar.
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