Trump y sus aliados han trazado un plan para atacar a grupos liberales
- MONITOR
- 18 sept
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(Agencia)
El presidente Donald Trump ha iniciado una escalada importante en sus esfuerzos por sofocar la oposición política en Estados Unidos, utilizando el asesinato del activista de derecha Charlie Kirk para sostener el argumento infundado de que las organizaciones demócratas y manifestantes forman parte de una conspiración violenta contra los valores conservadores y el modo de vida estadounidense.
En los seis días transcurridos desde que Kirk fue asesinado en Utah, Trump y sus funcionarios de alto rango han prometido una ofensiva contra la izquierda política, y han indicado que perseguirán a grupos liberales como la Open Society Foundations de George Soros y la Fundación Ford, revocarán los visados a las personas que parecieran estar “celebrando” la muerte de Kirk, iniciarán investigaciones federales sobre discursos de odio y designarán a determinados grupos como terroristas nacionales.
“Queremos que todo sea justo; no ha sido justo, y la izquierda radical ha hecho un daño tremendo al país”, dijo Trump a los periodistas el martes, mientras seguía restando importancia y justificando la violencia de la derecha. “Pero lo estamos arreglando”.
Las amenazas se producen incluso cuando las autoridades dijeron que el sospechoso de disparar contra Kirk actuó solo y no presentó pruebas de que la violencia política esté coordinada en un bando. La violencia política azota todo el espectro político estadounidense, y está dirigida contra demócratas y republicanos.
El hombre de 22 años acusado de asesinar a Kirk dijo en mensajes de texto a su pareja sentimental que estaba “harto” del “odio” de Kirk, según los fiscales que presentaron el martes una acusación de asesinato contra él.
Las agresivas medidas de Trump dirigidas solo contra sus oponentes políticos son una continuación de sus intentos de ejercer el poder —mediante demandas judiciales, órdenes ejecutivas e intimidación pública— para castigar a personas e instituciones que impulsan a la izquierda política, o que él considera que lo han perjudicado. En los últimos meses, los asesores de Trump y los activistas conservadores han trabajado para dar forma al tipo de represión que ahora parece estar dando frutos.
“Cuando la izquierda ha tenido poder, ha perseguido a los conservadores y su discurso, por lo que estoy encantado de ver que el gobierno promete investigar el sector de las organizaciones de izquierda sin fines de lucro y exigir responsabilidades”, dijo Scott Walter, presidente del grupo de vigilancia conservador Capital Research Center, que monitorea el dinero en la política.
Walter ha informado a altos funcionarios de la Casa Blanca en meses recientes sobre una serie de donantes, grupos sin fines de lucro y técnicas de recaudación de fondos, al tiempo que ha proporcionado informes de investigación, incluido uno titulado “Marchando hacia la violencia”, que pretendía establecer una conexión entre las protestas anti-Israel en los campus universitarios y el terrorismo.











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