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¿Quiénes fueron los moros?


Redacción El Monitor


La historia de México está marcada por influencias culturales que abarcan siglos de migraciones, conquistas y mezclas culturales. Uno de los rastros más fascinantes de este legado se encuentra en los apellidos que, hasta el día de hoy, muchos mexicanos portan con orgullo.


Algunos de estos nombres tienen raíces que se remontan a la época de la presencia árabe en España, un vínculo que continúa dejando huella en nuestra cultura.


Así lo destacan varios estudios, que profundizan en cómo los linajes de origen moro llegaron a formar parte de la identidad mexicana.


Los moros fueron los musulmanes que vivieron en la península ibérica, especialmente durante el período conocido como Al-Ándalus, que abarcó desde el año 711 hasta 1492. Provenían principalmente del norte de África, y su llegada a la península marcó el inicio de una etapa de influencia cultural, científica, económica y social que dejó huella en España y Portugal.


El término “moro” se utilizaba para describir a los musulmanes de origen árabe, bereber o africano que conquistaron gran parte de la península ibérica.


Durante su dominio, contribuyeron al desarrollo de diversas disciplinas, como la arquitectura, la astronomía, las matemáticas, la medicina y la literatura. Los moros introdujeron avances tecnológicos, agrícolas, y un sistema de riego eficiente que transformó la agricultura en la región.


La presencia musulmana en la península ibérica finalizó con la Reconquista, un proceso de varios siglos en el que los reinos cristianos recuperaron territorio hasta la caída del Reino de Granada en 1492, el último bastión musulmán en la región.


Esta influencia cultural y social, sin embargo, persiste en muchos aspectos, incluyendo el idioma, la gastronomía y los apellidos que tienen raíces en esa época.


De acuerdo con un artículo de El Cronista, la influencia musulmana en España, que se extendió durante más de 700 años (711-1492), transformó profundamente la cultura, la lengua y las costumbres de la península.


Cuando los colonizadores españoles llegaron al continente americano, trajeron consigo un legado que incluía nombres y tradiciones con raíces árabes.


Este vínculo deja ver solo un poco de los muchos apellidos que se han preservado en México, y que, a lo largo de los siglos, se han adaptado al entorno local.


Algunos de los apellidos con posibles conexiones árabes que se pueden encontrar en México incluyen:


Alonso: Aunque tiene origen visigodo, su uso se expandió durante la época musulmana.


Benítez: “Ben” significa “hijo de” en árabe, reflejando una influencia directa que se mantuvo al castellanizarse.


Gallardo: Aunque sugiere valor, se ha debatido que puede tener raíces árabes.


Guzmán: Relacionado con nombres árabes, dado su uso durante la dominación musulmana.


Haro: Derivado de topónimos, podría estar vinculado a la presencia musulmana en España.


Mendoza: Conocido como apellido vasco, hay registros históricos que sugieren influencias árabes.


Muñoz: Frecuente en México, refleja la mezcla cultural de la península ibérica.


Navas: Relacionado con valles y llanuras, su origen está ligado a zonas que formaron parte de Al-Ándalus.


Ponce: Algunas fuentes lo vinculan a familias hispano-árabes.


Zaragoza: Rememora la ciudad española, con una fuerte presencia musulmana en el pasado.


Es importante mencionar que estos son solo unos ejemplos de una gran cantidad de apellidos de origen árabe en México, así como este artículo es únicamente un pequeño acercamiento a una extensa parte de la historia.


Estos apellidos son un recordatorio de cómo las migraciones y los cruces culturales moldean la identidad de un país y que todos somos parte de esa comunión genética, cultural y social.


La conexión entre México y la herencia árabe no se limita a nombres; se refleja también en costumbres y tradiciones, y entendiendo estos vínculos, podemos reconocer y apreciar más nuestra diversidad y nuestra identidad desde las raíces.


El estudio de los apellidos y su posible linaje árabe se basa en investigaciones históricas y lingüísticas que destacan el impacto de la ocupación musulmana en España y su legado en América Latina.


Aunque las conexiones exactas pueden variar y no siempre son definitivas, explorar estos orígenes es una manera de comprender mejor nuestra historia compartida.


Para profundizar, se recomienda consultar estudios de genealogía e historia cultural de la península ibérica.

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