top of page

El megatsunami que hizo temblar la Tierra: la ciencia confirma qué ocurrió en Groenlandia

  • Foto del escritor: MONITOR
    MONITOR
  • 5 jun
  • 2 Min. de lectura

Redacción El Monitor


La teoría ha sido confirmada gracias a los datos de un nuevo satélite que rastrea el agua en la superficie del océano. Se trata de SWOT (Topografía Oceánica de Aguas Superficiales) -un proyecto conjunto de la NASA y el CNES- que fue lanzado en diciembre de 2022 con el objetivo de cartografiar la altura del agua en el 90 % de la superficie terrestre. El satélite utiliza un instrumento llamado Interferómetro de Radar de Banda Ka (KaRIn) para cartografiar casi la totalidad del agua en la superficie del océano y con una precisión sin precedentes: hasta 2,5 metros de resolución.


Los científicos utilizaron un nuevo enfoque para interpretar datos de altimetría satelital; algo que se consigue registrando el tiempo que tarda un pulso de radar en rebotar desde el satélite a la Tierra y regresar al satélite. Cuando examinaron los registros correspondientes al periodo en el que dos tsunamis impactaron el fiordo de Groenlandia, detectaron pendientes transversales con desniveles de hasta dos metros. Incluso llegaron a apreciar que esas pendientes se desplazaban en sentidos opuestos, dejando claro que las olas rebotaban dentro de ese angosto canal de agua.


La combinación de los datos sísmicos continuos con las observaciones satelitales intermitentes les permitió reconstruir las características de la onda, incluso en períodos no observados por el satélite SWOT. Y ahí estaba la verdad: las olas se formaron cuando un glaciar en proceso de calentamiento colapsó sobre sí mismo. Los datos obtenidos sobre el fiordo durante los dos megatsunamis revelaron dos pendientes transversales del canal que se movían en direcciones opuestas, lo que confirmó su presencia.


Finalmente, la colosal ola se desencadenó por el colapso de una montaña de 1200 metros en el remoto fiordo Dickson de Groenlandia, liberando 25 millones de metros cúbicos de roca y hielo. La ola quedó atrapada en el fiordo y rebotó en forma de onda estacionaria con una altura inicial que corta la respiración: 7,9 metros. Una enorme pared de agua que rebotaba.


“El cambio climático está dando lugar a nuevos extremos nunca antes vistos”, declaró Thomas Monahan, del Departamento de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Oxford en un comunicado de prensa. “Estos extremos están cambiando con mayor rapidez en zonas remotas, como el Ártico, donde nuestra capacidad para medirlos con sensores físicos es limitada. Este estudio muestra cómo podemos aprovechar la próxima generación de tecnologías de observación terrestre por satélite para estudiar estos procesos".


Datos como los obtenidos en este estudio gracias a estas nuevas tecnologías, serán aún más valiosos en el futuro, a medida que el cambio climático genere más desastres extraordinarios como el que ocurrió en 2023.

Comments


  • Facebook
  • X
  • YouTube
  • TikTok
  • Instagram
www.elmonitoredomex.com es producido por periódico El Monitor Estado de México.

Todos los derechos reservados   c  2017.

De no existir previa autorización por escrito de El Monitor Estado de México, queda expresamente prohibida la publicación, retransmisión, distribución, venta, edición y cualquier otro uso de los contenidos (Incluyendo, pero no limitado a, contenido, texto, fotografías, audios, videos y logotipos). Si desea hacer uso de este contenido por favor  envie una solicitud al correo arriba publicado.
bottom of page