Arturo Callejo
Toluca, México. Debido a que el COVID-19 e influenza AH1N1, son enfermedades respiratorias y tienen los mismos mecanismos de transmisión, como es la saliva, por ejemplo y para ambos casos son las mismas medidas de prevención, tal es el caso del uso de cubrebocas, el lavado constante de manos y puesta de gel antibacterial, enfermedades como la influenza estacional y padecimientos respiratorios agudos tuvieron una importante diminución ahora que concluyó el invierno.
Víctor Manuel Torres Meza, director del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades del Estado de México, sostuvo que además, la respuesta a vacunarse contra la influenza fue bastante buena en niños menores a los cinco años de edad, en los adultos mayores y en mujeres embarazadas, lo que hizo que bajara la incidencia en este padecimiento, así como del nuevo coronavirus.
Consideró importante el continuar con el uso de cubrebocas bien puesto, “y vas a prevenir una serie de enfermedades, no solo COVID-19, sino influenza y enfermedades respiratorias agudas, creo que, el uso de cubrebocas, a pesar de estar en semáforo verde, nos va a seguir ayudando en esta transición que es muy importante en el mes de marzo, abril y mayo, en los cambios de temperatura que vamos a tener, sobre todo en las altas temperaturas asociadas en las grandes metrópolis a la contaminación atmosférica”.
El experto advirtió que entre los meses antes mencionados, se van a mantener las enfermedades respiratorias, pero cambian los agentes, pues en invierno aparecen los agentes virales como es la influenza, el virus respiratorio en los niños.
“Y ahora vienen los estafilococos (bacteria que produce infecciones en piel), los estreptococos (bacteria en garganta y piel) y los neumococos (bacteria que causa infecciones de oído, pulmón, sangre y cerebro); cambia la temperatura, es más seca, nos llevamos más rápido las manos a la cara y también crecen las conjuntivitis (infecciones en ojos), el ambiente seco, hay mucho polvo en suspensión y te restriegas los ojos, entonces, empiezas a notar ojos rojos, lagañas en los niños, quienes por lo regular tienen las manos sucias y es más fácil la transmisión”, detalló el especialista.
También en esta temporada de calor aparecen las enfermedades diarréicas derivado del consumo en la calle de alimentos contaminados o echados a perder, por lo que es muy común la salmonela y la shigella, así como las amibas, que son parásitos, en todo esto también están en las heces fecales de los animales como los perros y gatos
“O en las zonas rurales donde no se tiene una buena disposición de las heces por drenajes y entonces hay polvos de suspensión, cierras los ojos, abres la boca y vienen los problemas, no se lava uno las manos, no tomamos agua normalmente hervida o de garrafón o potable y son más frecuentes la diarreas o deshidrataciones en los niños pequeños”, ahondó.
Torres Meza acentuó que se llegó al universo de vacunación contra la influenza estacional, que fue en promedio de cuatro millones de dosis, biológico que se pudo intercalar con la vacuna de COVID-19 sin mayor problema y ahora los laboratorios trasnacionales preparan para los siguientes meses una vacuna universal, es decir, que proteja contra COVID-19 y contra la influenza AH1N1.
“Se está probando en fase tres, nuevas formas de tener la vacuna, en caso de vacunación se está migrando a las grandes vacunas múltiples, donde en una sola aplicación tienes las protección para cinco o seis enfermedades, como la famosa hexavalente”, añadió Víctor Manuel Torres Meza, titular del CEVECE.
Reiteró la excelente respuesta que tuvieron los mexiquenses a la vacuna contra la influenza, esencialmente las personas adultas mayores, mujeres embarazadas y los adultos con comorbilidades, como son los diabéticos, los hipertensos y los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), “y eso hizo que disminuyera COVID-19 y disminuyera influenza y enfermedades respiratorias agudas”.