Redacción El Monitor
Seis empleados -cuatro mujeres y dos hombres- del establecimiento “Black Royce” ubicado en Naucalpan fueron vinculados a proceso, una vez que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) acreditó su probable intervención en la muerte del empresario Íñigo Arenas Saiz.
De acuerdo con un comunicado, se presentaron elementos de prueba contra Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N”, Ana Karen “N N”, Eduardo “N” y Carlos Daniel “N”. Por lo que la autoridad judicial determinó iniciar un proceso legal en su contra por su posible intervención en el delito de homicidio contra el empresario de 41 años, el pasado 6 de agosto, al interior del bar.
El Órgano Jurisdiccional estableció plazo de dos meses para el cierre de investigación complementaria. Además, ratificó la medida cautelar de prisión preventiva justificada impuesta en audiencia anterior.
Los hechos ocurrieron la madrugada del domingo 6 de agosto, cuando la víctima arribó al establecimiento “Black Royce” en Naucalpan, donde estas personas laboraban. En algún momento, presuntamente le suministraron una sustancia cuya composición fue motivo de peritaje y forma parte de la teoría del caso.
Las mujeres, junto con Eduardo “N”, capitán de meseros del lugar y otra persona, lo habrían persuadido de subir a un área identificada como “VIP” en la planta alta. Al parecer, la víctima accedió. Posteriormente, le expendieron cuatro botellas de bebidas y la cajera ingresó al área para realizar el cobro con cargo a una tarjeta bancaria de la víctima.
Más tarde, una de las detenidas informó al encargado de seguridad del bar -Carlos Daniel “N”- que la víctima se había puesto mal. Por ello, le practicaron RCP y después llamaron a los servicios de emergencia. En tanto, lo trasladaron al área del local junto a la salida de emergencia, donde se realizó el levantamiento del cuerpo.
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