Uruguay se une al pequeño club de países donde la eutanasia es legal
- MONITOR
- 17 oct
- 3 Min. de lectura

El país sudamericano se convierte en el noveno de 193 países en reconocer el derecho a una muerte digna. A finales de mes se presenta en el Congreso de la Unión la Ley Trascender que podría hacer historia en México.
(Agencias)
Uruguay no defraudó a quienes sienten compasión por las personas cuyas vidas se han vuelto insoportables por el dolor. Luego de más de diez horas de debate, los legisladores del oficialista Frente Amplio (de izquierdas) alzaron su mano para votar a favor de la Ley de Muerte Digna, a las que sumaron las de algunos de los opositores Partido Colorado (centrista) y Partido Nacional (conservador).
El proyecto aprobado busca garantizar el derecho a “transcurrir dignamente el proceso de morir” mediante la despenalización de la eutanasia activa en los mayores de edad psíquicamente aptos que atraviesen la etapa terminal de enfermedades incurables e irreversibles o que padezcan por ellas sufrimientos insoportables.
“Es un derecho a decidir. No sustituye lo ya existente y no impone conducta. Transcurrir con dignidad el proceso final de la vida cursando una enfermedad intratable, incurable, irreversible, con sufrimiento insoportable y con grave y progresivo deterioro de la calidad de vida no es un delito, por lo que no se debe penalizar a nadie”, declaró en el comienzo del debate, el senador del Frente Amplio Daniel Borbonet, quien hizo hincapié en que el proyecto no obliga a nadie, sino que es una alternativa.
En la misma línea, el senador colorado Ope Pasquet defendió la ley señalando que es “necesaria, liberal y humanitaria, porque hay mucha gente que llega al final de la vida afectada por enfermedades incurables e irreversibles, que padecen sufrimientos insoportables y que, en algunos casos, desean acortar la vida”
En la misma línea, el senador colorado Ope Pasquet defendió la ley señalando que es “necesaria, liberal y humanitaria, porque hay mucha gente que llega al final de la vida afectada por enfermedades incurables e irreversibles, que padecen sufrimientos insoportables y que, en algunos casos, desean acortar la vida”
La eutanasia activa se difrencia del suicidio asistido en que en el primer caso, es un médico el que administra directamente una sustancia letal al enfermo, si este cumple todos los requisito. En el segundo caso, el médico le proporciona al enfermo (también bajo aprobación legal) los medios para que él mismo se quite la vida.
En cuanto a la eutanasia, además de la activa hay al menos otros dos casos: la eutanasia pasiva, cuando se suspenden tratamientos médicos o soporte vital (por ejemplo desconectar un respirador en caso de coma irreversible), para acelerar la muerte, y la eutanasia indirecta, en la que se administran medicamentos para aliviar el dolor que pueden acelerar la muerte como efecto secundario (por ejemplo altas dosis de morfina en un cáncer terminal).
¿Qué países reconocen el derecho a la eutanasia activa?
De 195 países reconocidos por la ONU, sólo 8 reconocen el derecho a la eutanasia activa:
El que abrió el camino por el que muy pocos países han transitado fue Países Bajos, en 2002, aunque ese mismo año lo aprobó su vecina Bélgica. Luxemburgo aprobó la ley en 2009, Canadá en 2016, y España y Nueva Zelanda lo hicieron en 2021.
El caso de Colombia es llamativo, porque, en teoría, fue el primer país del mundo en legalizar la eutanasia, en 1997, en un fallo histórico de la Corte Suprema -la Sentencia T-970 sobre el derecho a morir dignamente-, pero no fue hasta ocho años después, en 2015, bajo el mandato de Juan Manuel Santos, cuando el Ministerio de Salud estableció los protocolos médicos para cumplir con este derecho humano.











Comentarios