Redacción El Monitor
El hito que marca la transición de la prehistoria a la historia es la invención de la escritura. En todo el mundo existen vestigios de antiguos sistemas de símbolos para contar historias, pero por consenso general el primero de todos es el cuneiforme de Mesopotamia. Esta forma compleja de transmitir ideas, compuesta por signos lineales sobre tablillas de arcilla, también evolucionó a partir de formatos más sencillos y rústicos. Los historiadores se refieren a estos primeros pictogramas simples como escritura protocuneiforme.
Una de las pistas más importantes sobre los orígenes de los símbolos protocuneiformes acaba de ser señalada en unos cilindros especiales de 6,000 años de antigüedad. Con la idea de encontrar los principios de la escritura en Mesopotamia, la Universidad de Bolonia, en Italia, presentó en la revista Antiquity una investigación sobre los registros contables que surgieron en la ciudad comercial de Uruk, en la antigua Mesopotamia, durante el cuarto milenio a. C.
Los cilindros investigados son esencialmente impresiones sobre arcilla. Se utilizaban en Uruk como sistemas de identificación y administración de mercancías. Durante el quinto y cuarto milenio a. C. la ciudad era un importante centro de intercambio comercial entre los diferentes pueblos de Mesopotamia. De alguna manera, los comerciantes y los gobernantes necesitaban tener conocimiento de lo que llegaba. Las tablillas fueron la respuesta. Según los historiadores, los cilindros contenían impresiones de sellos con formas básicas (pictogramas) que resumían información numérica, de identificación de productos, destinos y hasta de propiedad.
El sistema de sellos de arcilla de la ciudad de Uruk es ampliamente reconocido por los investigadores. Su uso está documentado, al menos, desde hace 9 mil años. Los historiadores han estado tentados a vincular directamente la escritura cuneiforme con estas tablillas llenas de íconos con funciones de contabilización. Sin embargo, debido a la falta de investigación, hasta ahora no se ha encontrado una conexión clara entre los sellos y los símbolos reconocidos como protocuneiformes.
La Universidad de Bolonia no está de acuerdo con esa supuesta desconexión. En su reporte, el equipo afirma que existen correlaciones robustas entre las imágenes del sistema de sellos de Uruk y los primeros atisbos de escritura protocuneiforme. En el mejor de los casos, las formas simples que se usaron en la administración y el comercio de Uruk provocaron que, milenios después, se desarrollara un sistema complejo de escritura capaz de representar la historia de un héroe (el Poema de Gilgamesh) o las bases legales de una sociedad (el Código de Hammurabi).
“La estrecha relación entre los sellos antiguos y la invención de la escritura en el suroeste de Asia se reconoce desde hace mucho tiempo, pero la relación entre las imágenes específicas de los sellos y las formas de los signos apenas se ha explorado. Esta fue nuestra pregunta inicial: ¿contribuyó la imaginería de los sellos de manera significativa a la invención de los signos en la primera escritura en la región?", dijo Silvia Ferrara, coautora del estudio.
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