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Normalistas acusan que policía intentó desaparecer el cuerpo del estudiante; exigen renuncia de Evelyn Salgado


Redacción El Monitor

 

Egresados de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, junto con miembros de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), condenaron el asesinato del estudiante Yanqui Kothan Gómez Peralta ocurrido la noche del 7 de marzo.

La noche del jueves tres estudiantes fueron atacados por la policía estatal en la ciudad de Chilpancingo, en el estado de Guerrero, resultando en la muerte de Yanqui Kothan Gómez Peralta por disparos en la cabeza, otro estudiante gravemente herido y uno más ileso.

 

A través de un comunicado, los exalumnos denunciaron que los normalistas estaban desarmados y comprando en una tienda cuando fueron agredidos sin provocación, mientras su vehículo estaba detenido con el motor apagado.

 

Además, acusaron a los policías de intentar desaparecer el cuerpo de la víctima, pues aseguran que los uniformados no permitieron la intervención del Servicio Médico Forense (Semefo), trasladando la camioneta con todo y el cuerpo al corralón.

 

El grupo de exestudiantes también señaló que, tras el incidente, el gobierno estatal intentó criminalizar a las víctimas, alegando falsamente que estaban armadas y bajo la influencia de drogas, lo cual fue desmentido por los resultados de la necropsia.

 

“Durante los siguientes minutos y horas, el gobierno del estado, intentó criminalizar a nuestros hermanos, diciendo a los medios que traían drogas y armas y que los habían “enfrentado”, lo cual se demostró lo contrario en los exámenes de necropsia, donde se confirmó que no estaban alcoholizados, bajo alguna sustancia ilícita, ni mucho menos disparado”, se lee.

 

La comunidad de Tixtla ha expresado su consternación por el asesinato de Gómez Peralta, quien era conocido por su devoción a la Virgen de Guadalupe y participación en actividades religiosas, destacando su buen carácter y ausencia de vicios.

 

Los firmantes del comunicado criticaron la respuesta del gobierno de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, acusándola de intentar desvirtuar los hechos y perpetuar la represión y violencia contra el estudiantado, sin atender a los problemas reales de violencia y delincuencia en el estado.

 

“Lejos de enfrentar a los verdaderos delincuentes que tienen controladas todas las regiones del estado, de manera económica, política, social, laboral, etc., los órganos de gobierno encabezados por la gobernadora, reprimen y asesinan a mansalva a estudiantes indefensos, que luchan por sus ideales y cambios de la sociedad”, criticaron.

 

En este escenario, los egresados de Ayotzinapa y la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) exigieron la renuncia inmediata de Salgado Pineda, la destitución y encarcelamiento de la titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, y castigo para los responsables materiales e intelectuales del asesinato de Gómez Peralta, quien fue sepultado este fin de semana.

 

Normalistas de Ayotzinapa incendiaron dos patrullas de la Guardia Nacional en el municipio de Tixtla, situado a unos 20 kilómetros de Chilpancingo, la capital del estado, durante protestas que siguieron al fallecimiento del estudiante a manos de la policía.

 

La escalada de tensión en la región se vio precisada después de que un altercado el jueves por la noche con las fuerzas del orden resultara en la muerte de un alumno y heridas a otro. Este incidente está siendo investigado tanto por la Fiscalía General de la República (FGR) del país como por autoridades estatales bajo la categoría de homicidio.

 

Adicionalmente, estos eventos han reavivado las demandas de justicia por la desaparición de 43 estudiantes de la misma institución en 2014, un caso que sigue siendo punto de agitación social y considerado una de las peores violaciones de derechos humanos en el territorio nacional.

 

El descontento hacia la gestión de casos de desapariciones y violencia se manifestó también el miércoles pasado, cuando manifestantes intentaron irrumpir en el Palacio Nacional cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador realizaba su habitual “mañanera”.

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