Murió Terry Anderson, el periodista que permaneció secuestrado en el Líbano durante siete años
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Murió Terry Anderson, el periodista que permaneció secuestrado en el Líbano durante siete años


Tenía 76 años y no pudo superar una cirugía cardíaca. Un escuadrón de extremistas islámicos lo tuvo bajo su poder entre 1985 y 1992. Luego de su liberación sufrió trastorno de estrés postraumático y fue recibido como héroe

 

Redacción El Monitor

 

Terry Anderson, el corresponsal trotamundos de The Associated Press que se convirtió en uno de los rehenes estadounidenses que más tiempo permaneció cautivo después de ser secuestrado en una calle de Líbano en 1985 y retenido durante casi siete años, murió a los 76 años.

 

Anderson, quien narró su secuestro y tortuoso cautiverio a manos de extremistas islámicos en su exitosa autobiografía “Den of Lions” (“Guarida de leones”), publicada en 1993, falleció el domingo en su residencia de Greenwood Lake, Nueva York, informó su hija Sulome Anderson.

 

Anderson murió por complicaciones de una cirugía reciente de corazón, señaló su hija. “Terry estaba sumamente comprometido con el periodismo presencial sobre el terreno y demostró una enorme valentía y determinación, tanto en su periodismo como durante los años que permaneció cautivo. Apreciamos enormemente los sacrificios que hicieron él y su familia como resultado de su trabajo”, dijo Julie Pace, vicepresidenta sénior y directora editorial de la AP.

 

“Nunca le gustó que lo llamaran héroe, pero todo el mundo insistía en llamarlo así”, dijo Sulome Anderson. “Lo vi hace una semana y mi pareja le preguntó si había algo pendiente en su lista de cosas que quisiera hacer. Respondió: ‘He vivido tanto y he hecho tanto. Estoy contento’”.

 

Después de regresar a Estados Unidos en 1991, Anderson llevó una vida itinerante como orador, maestro de periodismo en varias universidades de renombre y, en distintas ocasiones, dirigiendo un bar, un restaurante de comida cajún, un rancho de caballos y un restaurante gourmet.

 

Además sufrió trastorno de estrés postraumático, ganó millones de dólares en activos iraníes congelados después de que un tribunal federal determinó que ese país desempeñó un papel en su secuestro, y luego perdió casi todo ese dinero en malas inversiones. Se declaró en bancarrota en 2009.

 

Tras jubilarse de la Universidad de Florida en 2015, Anderson se estableció en una pequeña granja de caballos en una tranquila sección rural del norte de Virginia, la cual descubrió mientras acampaba con unos amigos.

 

“Vivo en el campo y aquí hay un clima bastante bueno y es un lugar tranquilo y bonito, así que estoy bien”, dijo riéndose durante una entrevista con The Associated Press en 2018.

 

En 1985 se convirtió en una de varias personas de Occidente que fueron secuestradas por el grupo miliciano chií Hezbollah durante una época de guerra en la que Líbano se sumió en el caos.

 

Luego de su liberación, se le dio un recibimiento de héroe en la oficina central de la AP en Nueva York.

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