Los “ojos de cachorro” evolucionan para tener comunicación con los humanos
- MONITOR
- 7 feb
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Redacción El Monitor
Hay una razón por la que los llamamos “ojos de cachorro”: esas expresiones conmovedoras e inocentes de los perros pueden influir incluso en el humano más endurecido.
No es casualidad, según un estudio de 2019. Siglos de domesticación han modificado radicalmente la anatomía de las cejas de los perros, haciendo que sus rostros (y sus emociones) sean fácilmente legibles para las personas.
Cuando miran a una persona, los perros suelen levantar el músculo interno de la ceja para que sus ojos parezcan más grandes y atractivos.
“No hay pruebas de que los perros muevan este músculo (de la ceja) intencionadamente, pero crea un movimiento exagerado que para nosotros significa 'perro'”, afirma la directora del estudio, Juliane Kaminski, psicóloga de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido).
El movimiento de las cejas desempeña un papel importante en la comunicación humana, destaca Kaminiski: “Ahora lo hago cuando te hablo, aunque sé que no puedes verme”.
El estudio es un ejemplo de cómo 20 000 años de convivencia han convertido a nuestras mascotas en afinados intérpretes de las emociones humanas, posiblemente más que cualquier otra especie.











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