Los asesinatos de Delphi: comenzó el juicio contra el presunto homicida de dos adolescentes

Redacción El Monitor

Richard Allen, un ciudadano de Delphi, Indiana, está en el banquillo de los acusados de un crimen que ha mantenido en vilo a la comunidad desde 2017. El juicio comenzó este 18 de octubre, con un fuerte flujo de emociones y recuerdos dolorosos para el pequeño pueblo de menos de 3.000 habitantes.

Según información de la Associated Press, el acusado, de 52 años, enfrenta cargos severos por los asesinatos de Abigail Williams y Liberty German, de tres y catorce años respectivamente. Los jóvenes perdieron la vida en un sendero conocido como Monon High Bridge Trail, un lugar emblemático de la comunidad por su belleza natural.

La atención mediática fue intensa. Los fiscales declararon a la CNN que planean llamar a unos cincuenta testigos a lo largo de un juicio que se espera dure aproximadamente un mes. Asimismo, la defensa de Allen anticipa presentar hasta 120 testigos, en lo que se perfila como un proceso judicial complejo y extenso.

A petición de la fiscalía, el juez especial Fran Gull implementó medidas estrictas para preservar la integridad del proceso, incluyendo la selección de un jurado proveniente de 160 kilómetros de distancia que permanecerá aislado durante todo el juicio. Esto se refuerza por la prohibición expresa de informar desde la sala del tribunal mientras esté en sesión.

Con la sesión de este viernes, se prevé que se presenten los argumentos iniciales tanto de la defensa, como de la fiscalía. Las adolescentes desaparecieron el 13 de febrero de 2017 mientras paseaban cerca del mencionado puente ferroviario abandonado, como relató la policía estatal de Indiana. Al día siguiente, sus cuerpos fueron hallados a medio kilómetro del puente, en una zona boscosa que pronto se convertiría en el centro de atención no solo local sino nacional.

En este contexto, el video obtenido del teléfono de Libby fue central en la investigación, mostrando a un hombre desconocido con una chaqueta oscura y capta su voz diciendo “cuesta abajo”. Tal evidencia fue utilizada por los investigadores para apelar al público en busca de pistas adicionales.

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A pesar de que el acusado defendió su inocencia, argumentando haber estado “mirando una cotización de acciones en su teléfono mientras caminaba” en el momento de la desaparición, una bala calibre.40 encontrada en la escena coincide con una pistola de su propiedad, reporta la Associated Press.

Además, los fiscales cuentan con declaraciones incriminatorias que Allen habría hecho mientras estaba encarcelado. “Las pruebas incluyen una grabación de una llamada telefónica entre Allen y su esposa en la que, según los fiscales, confiesa los asesinatos”,