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La vida en Marte más cerca: así prepara la NASA a astronautas para el viaje


Redacción El Monitor


Cuatro científicos voluntarios han concluido una misión de 45 días completamente aislados en el HERA, el hábitat más realista de Marte simulado hasta la fecha por la NASA. El pasado lunes, tras más de un mes de confinamiento en este espacio de 650 pies cuadrados en el Centro Espacial Johnson de Houston, Texas, el equipo finalmente “regresó a la Tierra” al abrirse la compuerta que los mantenía dentro.


El objetivo de este tipo de misiones es preparar a los astronautas para el exigente entorno de Marte, con la mirada puesta en la ambiciosa meta de la NASA de llevar humanos al planeta rojo en la década de 2030. La tripulación, conformada por Erin Anderson, Sergii Iakymov, Sarah Elizabeth McCandless y Brandon Kent, fue la tercera en participar en esta serie de simulaciones.


Durante la misión, llevaron a cabo 18 estudios diferentes para analizar cómo los humanos responden a las duras condiciones de trabajo, aislamiento y la vida en espacios confinados, elementos clave para futuras misiones espaciales.


A lo largo de estos 45 días, los voluntarios se enfrentaron a tareas diseñadas para replicar la vida y el trabajo en Marte. Algunas de estas actividades incluían la cosecha de plantas en un jardín hidropónico, el cultivo de camarones, el despliegue de un pequeño satélite y la realización de caminatas virtuales sobre la superficie de Marte. Además, volaron drones simulados sobre terrenos marcianos, todo en un esfuerzo por sumergir al equipo en la mentalidad centrada en tareas que se espera de los astronautas.


Uno de los aspectos más interesantes de la simulación fue el retraso en las comunicaciones, una de las mayores dificultades que enfrentarían los astronautas reales en Marte. Las comunicaciones con la Tierra podrían tardar hasta 20 minutos en llegar, lo que obliga a los tripulantes a tomar decisiones de forma independiente, algo que también experimentaron en HERA. Este retraso fue uno de los puntos clave monitoreados por los científicos de la NASA para estudiar el impacto de la soledad y el aislamiento en el desempeño del equipo.


Más allá de las tareas científicas, los tripulantes también dispusieron de momentos de esparcimiento. Durante su tiempo libre, leían libros, jugaban a las cartas, construían con Legos y escuchaban música. Estos momentos de relajación fueron fundamentales para combatir el estrés de vivir en un entorno tan reducido.


Brandon Kent, uno de los voluntarios, describió la experiencia al salir del hábitat:


Tras nuestro seguro viaje a Marte y regreso a la Tierra como tripulación de la Campaña 7, Misión 3, transferimos oficialmente esta nave de exploración al equipo de operaciones de análogos de vuelo” refiriéndose a HERA como un hogar seguro para futuras tripulaciones.

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