Hugo Antonio Espinosa
Los fenómenos perturbadores de origen natural y los provocados por el hombre, tales como el cambio climático, las epidemias y pandemias, la violencia y los conflictos ponen en peligro a los niños, niñas y adolescentes en sus entornos escolares, así como a los adultos que trabajan ahí. Cuando estas amenazas se materializan pueden causar daños permanentes y agravados en este sector de la población; estos se registran de manera diferente, según el género, la discapacidad o las desigualdades sociales y económicas que en cada región se presentan.
En México, el Artículo Cuarto de la Constitución Política establece que “en todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus derechos”. En consecuencia, todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la seguridad, a la protección y a poder hacer realidad los derechos que la Carta Magna resguarda en sus hogares, en la sociedad y también dentro de sus escuelas, en donde pasan gran parte de su tiempo. Por lo tanto, las autoridades educativas de los tres niveles de gobierno deben implementar políticas públicas y destinar recursos presupuestales para establecer estrategias, mecanismos, acuerdos, entre otras gestiones, para que las instituciones públicas y prestadores de servicios educativos, públicos y privados, los garanticen.
Para tal efecto, el pasado 19 de enero de 2023 la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR, por sus siglas en inglés), en colaboración con la Alianza Global para la Reducción de Riesgos de Desastres y la Resiliencia en el Sector de la Educación (GADRRRES, por sus siglas en inglés) llevaron a cabo el lanzamiento regional para América Latina y el Caribe del documento denominado Marco Integral de Seguridad Escolar 2022-2030 (CSSF por sus siglas en inglés), mediante el cual se establecen diversos lineamientos para la protección de los niños, niñas y adolescentes ante los peligros y riesgos que estos pueden enfrentar dentro de sus aulas escolares.
El CSSF define una “escuela segura” como aquella que cuenta con un Plan de Prevención de Desastres, alineado con las políticas de educación acordadas en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda Global, específicamente el No. 4 que versa sobre la garantía de una educación inclusiva, equitativa y de calidad. El CSSF es una guía práctica para lograr avances urgentes en la cobertura de derechos de los niños, niñas y adolescentes dentro de sus centros escolares, basado en tres pilares: 1. Centros educativos seguros (infraestructura escolar); 2. Gestión de desastres en las escuelas; 3. Educación para la reducción del riesgo y la resiliencia. Los objetivos del CSSF son: 1. Proteger a los niños y trabajadores de la educación de muertes y lesiones en las escuelas; 2. Planificar la continuidad educativa ante los peligros esperados; 3. Fortalecer una ciudadanía resiliente ante desastres a través de la educación; 4. Salvaguardar la inversión del sector educativo.
Para lograrlo el CSSF propone que la educación, como derecho humano, no puede suspenderse durante conflictos o desastres, ya que durante dichas situaciones el primer servicio que se suspende y el último que se restablece es la educación, de tal forma que los niños al interrumpir su educación están en peligro de perder su futuro; asimismo, propone lograr un compromiso político para fomentar la seguridad escolar y la creación de ambientes propicios para el monitoreo de los impactos y las soluciones.
Para lograr Centros Educativos Seguros (Pilar Uno) se identifican como actores clave a las autoridades educativas en coordinación con ingenieros y arquitectos, cuyas responsabilidades sean: la selección de sitios seguros para las escuelas; diseños y construcciones resilientes; reducir al máximo los riesgos estructurales y realizar evaluaciones y planes de priorización para rehabilitar y/o reemplazar escuelas no seguras; garantizar financiamientos y supervisión del mantenimiento y seguridad de los inmuebles; garantizar infraestructura de agua, saneamiento e higiene.
Para lograr la Gestión de Desastres en las Escuelas (Pilar Dos) se identifican como actores clave a los responsables de los tres niveles de gobierno de implementar políticas de gestión de riesgos de desastre (la Unidades Municipales, Estatales y Federal de Protección Civil) quienes, en conjunto con las comunidades escolares (Padres de familia, Directivos, empleados y la comunidad estudiantil), deberán formar los comités locales de seguridad Escolar Integral para la planificación y preparación ante los desastres; establecer procedimientos operativos estandarizados y sistemas de alerta temprana.
Para lograr la implementación de una Educación para la Reducción del Riesgo y la Resiliencia (Pilar Tres), se identifican como actores clave a la plantilla de profesores de cada uno de los centro educativos, asesores en pedagogía e instituciones responsables de la edición de libros y materiales de difusión, cuyas tareas serán el desarrollo de aprendizajes y competencias para incorporar la reducción de riesgos y la resiliencia a los planes y currículas educativas; capacitar a los docentes para que sean instructores en reducción de riesgos.
Finalmente, como resultados se espera que se formalice y se estandarice un sistema y políticas bien definidas en la materia y adecuadas a cada nivel de responsabilidad; que las inversiones al sector educativo en materia de reducción de riesgos se protejan y que las instalaciones educativas sean más seguras y ecológicas; que se estandarice un proceso de gestión de la seguridad escolar y de la continuidad educativa; empoderar a los docentes y fortalecer las capacidades de respuesta de la comunidad estudiantil.
Como puede apreciarse, el horizonte no se ve sencillo, sin embargo, la ruta y el método para lograrlo ahí está disponible, gratuito y de acceso fácil, para que los responsables del sector e instituciones subsidiarias y concurrentes al tema de la gestión de riesgos de desastres, nos pongamos a trabajar, a ser empáticos y construir un mejor futuro, más seguro.
Hugo Antonio Espinosa
Fue Director del Heroico Cuerpo de Bomberos de Toluca,
Subdirector de Protección Civil e Inspección en la SCT Federal.
Actualmente es Subdirector de Emergencias en el Valle de Toluca, en la Coordinación General de Protección Civil, EDOMEX
@CmdtEspinosa cmdtespinosa
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