Redacción El Monitor
Los Homo sapiens y los Homo neanderthalensis coexistieron en la prehistoria. Los primeros son nativos de África, mientras que los segundos habitaron Eurasia. La mezcla genética entre ambas especies contribuyó a la formación del ser humano moderno. Constantemente se estudia la influencia del neandertal en la conformación del genoma actual del Homo sapiens. No sucede lo mismo en el caso contrario.
Ahora, un estudio del Instituto Lewis-Sigler de Genómica Integrativa de Princeton, en Estados Unidos, se ha convertido en uno de los primeros análisis de hibridación que toma como base la perspectiva neandertal. La investigación ha revelado que los humanos modernos y sus primos europeos comenzaron a aparearse muy temprano y en mayor medida de lo que se creía. Los resultados del estudio no solo presentan la proporción de ADN humano dentro de los Homo neanderthalensis, sino que también se da pistas importantes sobre su extinción.
Hasta ahora, solo se han secuenciado tres genomas completos de neandertal con buena calidad. Los huesos que permitieron rescatar esa información genética tienen una antigüedad que oscila entre 50 mil y 80 mil años. Estos pertenecieron a la última generación de neandertales antes de que desaparecieran del registro fósil. Con base en los fósiles encontrados, hasta ahora se creía que el neandertal había tenido un único contacto con el homo sapiens cuando este salió de África hacia Europa.
El nuevo estudio genómico, sin embargo, contradice la idea de que ocurriera un único cruce entre especies. Los investigadores tomaron el genoma conocido de los neandertales y detectaron partes del ADN sospechosos de ser de Homo sapiens. Para confirmar que lo fueran, buscaron esos fragmentos de genoma en el ADN de poblaciones africanas subsaharianas, que no tuvieron contacto con neandertales. Una vez detectadas las partes humanas del genoma, pudieron inferir la proporción de ADN humano que fue introducida en el neandertal en diversos momentos, según el nivel de integración de la información.
Los investigadores identificaron al menos otros dos eventos de contacto. El primero ocurrió entre hace 200 mil y 250 mil años, mientras que el segundo data de entre 100 mil y 120 mil años atrás. Esto sugiere que el Homo sapiens y el neandertal se conocieron e interactuaron durante más tiempo del que se pensaba. Durante estos encuentros, sus ADN experimentaron modificaciones significativas. La mejor estimación es que los H. neanderthalensis más recientes albergaron hasta un 2.7% de ascendencia humana, con grupos que habrían alcanzado hasta el 10%. El ser humano moderno tiene, en promedio, un 3% de ADN neandertal.
La especie fue asimilada por los seres humanos modernos
La variación genética reflejada en la última población de neandertales arrojó que poseían menos diversidad genética y que sus grupos eran menos numerosos de lo que se imaginaba hasta ahora. El estudio sugiere que la especie fue asimilada por los Homo sapiens porque los descendientes de la raquítica población de neandertales adquirieron más y más ADN humano. La desaparición no habría sido abrupta, sino paulatina.
“Los humanos modernos eran básicamente como olas que se estrellan en una playa, erosionándola lenta pero constantemente. Con el tiempo, simplemente abrumamos demográficamente a los neandertales y los incorporamos a las poblaciones humanas modernas”, explicó Joshua Akey para la agencia EFE.
No es posible reducir a una causa la desaparición del neandertal. Fue la suma de factores complejos extendidos en el tiempo lo que hizo que una especie prevaleciera por encima de la otra. Entre los motivos más destacables se encuentran el cambio climático, enfermedades, el desplazamiento territorial por el Homo sapiens y la interacción genética.
El informe también tiene revelaciones sobre el Homo sapiens. El humano moderno no habitó recluido en África durante 200,000 años hasta que decidió salir. Las tres oleadas de contacto con neandertales sugieren que la migración ha sido un proceso constante, lleno de hibridación. El H. sapiens viajó a Eurasia y regresó a su lugar de origen durante milenios.
“Para mí, esta historia trata sobre la dispersión, que los humanos modernos han estado moviéndose y encontrándose con neandertales y denisovanos mucho más de lo que reconocíamos anteriormente", afirmó Akey.
Gracias a los avances en paleoantropología, la imagen de los neandertales y denisovanos se vuelve cada vez más complejas. Ya no son las especies rústicas incapaces de enfrentarse a su entorno.
Hay registros que evidencian sistemas sociales complejos y el uso herramientas avanzadas. Incluso existen historias de altruismo entre ellos, como lo demuestra el cráneo fosilizado de Tina, una niña neandertal con síndrome de Down, sorda y sin capacidad para ponerse de pie.
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