Intenta delincuencia organizada reclutar a menores en Nezahualcóyotl; víctimas fueron localizadas y resguardadas

Luis Ayala Ramos

Nezahualcóyotl, México. La Comisaría General de Seguridad Ciudadana de Nezahualcóyotl, en coordinación con la Guardia Nacional, logró la localización y resguardo de dos adolescentes de 16 años que habían sido víctimas de un intento de reclutamiento por parte de un grupo de la delincuencia organizada.

El caso se originó en Nezahualcóyotl tras el reporte de la desaparición de los jóvenes. Las investigaciones iniciales, realizadas por la Subdirección de Búsqueda de Personas de este municipio, permitieron establecer que ambos habían sido contactados por un individuo que con engaños los convenció de trasladarse a otra entidad para involucrarse en actividades ilícitas.

Con la información obtenida se detectó que los adolescentes ya habían abordado un autobús con destino al sureste del país. De inmediato, elementos de la corporación local activaron los protocolos correspondientes y realizaron el enlace con la Guardia Nacional, así como con autoridades estatales de las entidades por donde transitaba la unidad.

Esta coordinación permitió dar seguimiento en tiempo real al traslado de los adolescentes, compartiendo información sobre su ubicación y ruta para garantizar su seguridad. Al llegar al estado de Tabasco, el autobús fue interceptado y los jóvenes fueron ubicados sanos y a salvo, y quedaron bajo resguardo seguro mientras sus familiares se trasladaban al lugar.

La Comisaría General de Seguridad Ciudadana de Nezahualcóyotl continuará trabajando de manera comprometida y coordinada con instancias estatales y federales para proteger a niñas, niños y adolescentes, prevenir su exposición a situaciones de riesgo y combatir cualquier intento de reclutamiento por parte de la delincuencia organizada.

Este caso revela, más allá del éxito policial, la grave amenaza que representan los grupos delictivos al intentar captar a menores mediante engaños y manipulación. Cada intento de reclutamiento es un crimen que vulnera derechos fundamentales y expone a la juventud a delitos graves, dejando en evidencia la necesidad urgente de reforzar la prevención, la educación y la protección social. La responsabilidad no recae solo en las autoridades: familias, escuelas y comunidades deben mantenerse alertas para evitar que más adolescentes sean víctimas de estas redes criminales que buscan explotar su vulnerabilidad.