Honduras reporta 41 casos de gusano barrenador en humanos y más de mil 400 en ganado
- MONITOR
- 16 may
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Autoridades hondureñas reportan el fallecimiento de al menos tres personas por miasis provocada por el gusano barrenador.
(Agencias)
En lo que va del año, se han reportado 41 casos de miasis en humanos por el gusano barrenador en Honduras; además, autoridades estiman que la plaga ha alcanzado a más de mil 400 cabezas de ganado a nivel nacional.
Reina Teresa Velázquez, jefa del Programa de Zoonosis dentro de la Secretaría de Salud de Honduras, detalló que al menos tres personas han muerto a causa de la infestación, dos de ellas con enfermedades preexistentes que complicaron su estado clínico.
Velázquez explicó este miércoles al Canal 8, del gobierno de Honduras, que el primer caso de miasis en humanos se detectó el pasado 6 de febrero en Catacamas, Olancho, tras la emergencia sanitaria declarada en septiembre de 2024, cuando se detectó la presencia del gusano en animales.
Cinco departamentos concentran la mayor incidencia de la infestación en humanos: Francisco Morazán, El Paraíso, Olancho, Ocotepeque y Yoro. La mayoría de los afectados son hombres, aunque también se han identificado contagios en menores de cuatro años, explicó.
En respuesta, la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Honduras ha implementado una serie de medidas preventivas que incluyen controles sanitarios en las fronteras, campañas educativas, restricciones al movimiento del ganado y una vigilancia epidemiológica más rigurosa en zonas ganaderas.
¿Qué es la miasis?
La missis es la infestación provocada por la mosca del nuevo mundo, Cochliomyia hominivorax, cuyas larvas invaden heridas abiertas y se alimentan del tejido vivo.
Las autoridades advierten que la miasis por el gusano barrenador en humano puede provocar lesiones severas, pérdida de funciones orgánicas e incluso la muerte, si no se trata a tiempo.
Síntomas de miasis por gusano barrenador
En humanos, la infestación se manifiesta principalmente en heridas expuestas o incluso en cavidades naturales del cuerpo como los ojos, la nariz o la boca. Algunos de los síntomas son:
Presencia visible de larvas en heridas abiertas o cavidades corporales
Dolor intenso en la zona afectada
Sensación de movimiento dentro de la herida
Secreción maloliente en el área infestada
Inflamación o enrojecimiento local
Llagas que no sanan o que empeoran con el tiempo
Fiebre o escalofríos, en caso de infección bacteriana secundaria.
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