Redacción El Monitor
Autoridades del estado de Puebla confirmaron que los restos hallados el pasado viernes 12 de julio en los límites entre el estado antes citado y Tlaxcala, sí pertenecen al joven Ricardo Meneses, de 28 años de edad y quien hace seis días fue reportado como desaparecido luego de haber sido privado de la libertad por un comando armado.
De acuerdo con lo expuesto por las autoridades estatales, el cuerpo fue localizado sobre la carretera Oriental-Altazayaca, hallazgo que se dio el mismo día que se reportó que restos humanos habían sido ubicados en la zona de la Central de Autobuses de Puebla (Capu) ubicada en la capital de la entidad encabezada por Sergio Salomón Céspedes, y el municipio de Cuautlancingo.
Por tales hallazgos, se pidió a la población esperar a confirmar si ambos restos antes citados pertenecen al mismo joven quien se sabe, fue secuestrado la mañana del pasado 9 de julio cuando circulaba a bordo de su camioneta sobre el boulevard Esteban de Antuñano, crimen que incluso, fue captado por cámaras de seguridad de inmuebles cercanos a tal vialidad.
Cabe destacar que antes de confirmarse que Ricardo Meneses había sido localizado sin vida, la madre de este, una mujer identificada como Leticia Hernández, pidió tanto al gobernador del estado como a los elementos de la Fiscalía General de Justicia de Puebla, no cesar su búsqueda pues tenía la esperanza de reencontrase con él a la brevedad.
En ese sentido, la mujer denunció que, si bien se estaban llevando a cabo las investigaciones correspondientes, no se contaba con ninguna pista del paradero del joven, por lo que a la par se pidió a la población dar a conocer cualquier dato que llevara a su localización.
La desaparición del joven de 28 años de edad se dio luego de que éste denunciara que su camioneta había sido chocada y, por ello, se dio a la tarea de perseguir a los presuntos responsables; sin embargo, cuando se encontraba sobre la Avenida Esteban de Antuñano y calle 17 Poniente, el hoy occiso fue víctima de una serie de disparos por parte del vehículo presuntamente involucrado en la colisión; momentos después, presuntos criminales descienden y lo privan de su libertad con rumbo desconocido.
El estado de Puebla ha experimentado un aumento en los casos de secuestro y crimen organizado en los últimos años. Las bandas delictivas han ampliado sus operaciones, diversificándose hacia actividades como: narcotráfico, extorsión y robo de hidrocarburos.
Las autoridades locales han implementado diversas estrategias para combatir estas amenazas, incluyendo operativos conjuntos con fuerzas federales y el fortalecimiento de la inteligencia policial. Sin embargo, los desafíos persisten debido a la corrupción y la impunidad. La ciudadanía demanda mayores esfuerzos en seguridad y justicia para revertir esta situación alarmante.
En lo que va de este 2024 a nivel nacional, los secuestros continúan siendo una grave preocupación en el país. Las cifras del primer trimestre del año indican una tendencia al alza, con un incremento en los casos reportados en comparación con el mismo periodo del año anterior. Las autoridades han intensificado los esfuerzos para combatir este delito, implementando operativos especiales y mejorando la coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad.
Sin embargo, la complejidad del problema radica en la participación de diversas bandas delictivas que operan en diferentes regiones del país, algunas de las cuales tienen vínculos con el crimen organizado. La falta de denuncias por parte de las víctimas, debido al miedo a represalias y la desconfianza en las instituciones, también representa un obstáculo significativo para las autoridades.
La situación ha llevado a organizaciones civiles a exigir al gobierno una mayor transparencia en los datos y una rendición de cuentas más efectiva en los casos de secuestro. Mientras tanto, los esfuerzos continúan en las áreas de prevención, protección de las víctimas y desarticulación de las redes criminales involucradas en este delito.
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