El pez telescopio es una criatura llamativa y colorida
- MONITOR
- 31 jul
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Redacción El Monitor
El pez telescopio es una criatura llamativa y colorida que habita en ecosistemas tropicales y subtropicales de aguas profundas. Vive a profundidades de entre 900 metros y 2,1 kilómetros.
Estos peces viven en aguas oscuras, a gran profundidad y alejados de la luz natural. Para compensar, la naturaleza dotó al pez telescopio de ojos tubulares que sobresalen del cráneo como binoculares. Esta característica les permite ver y encontrar presas en las zonas crepusculares más mesopelágicas.
El pez usa sus ojos únicos para encontrar alimento. Nada, dirigiendo la vista hacia las superficies. Esto le permite avistar las siluetas de sus presas. Se cree que se mueve verticalmente en la columna de agua para ver tanto a sus presas como a sus depredadores.
Al pez telescopio también se le llama pez trompetero común y pez trompetero bastardo real.

A diferencia de gran parte de la vida marina, no existen nombres para diferenciar los sexos de los peces.
El pez telescopio es un pez aulopiforme de aguas profundas, perteneciente a la especie Gigantura chuni . Solo existen dos especies. Más allá de estas, se conoce poca información sobre estas criaturas.
El nombre del género ( Gigantura ) deriva de Gigantes, un grupo legendario de gigantes de la mitología griega. Esto coincide con el sufijo oura , que significa "extremo" o "cola". Por lo tanto, Giantura hace referencia a la aleta caudal inferior, alargada y con forma de cinta, que abarca la mitad de la longitud total del pez.
Gigantura chuni , comúnmente conocido como pez telescopio, es un animal de aguas profundas que habita en los océanos Índico , Atlántico y Pacífico . También habita en el Golfo de México . Además, se han avistado ocasionalmente en Sudáfrica .
La Gigantura indica es un animal depredador de aguas profundas con un cuerpo plateado y sin escamas. Al igual que su prima, la Gigantura chuni , posee fascinantes ojos tubulares, dirigidos hacia adelante, con grandes lentes y una cola en forma de cinta. Estos ojos le permiten ver siluetas de presas nadando sobre ellas en las aguas.
Ambas especies están naturalmente acostumbradas a un entorno específico en las profundidades marinas. Por eso, los expertos no las consideran aptas para el cautiverio. El pez telescopio se desarrolla mejor en océanos templados, que no se adaptan fácilmente a los acuarios. O mejor dicho, el coste de crear y regular un entorno para el pez telescopio, sumado al coste del propio animal, resulta bastante prohibitivo.











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