EE. UU. redefine su seguridad con foco en América Latina
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El documento anticipa la "desaparición de la civilización" europea y aboga contra las "migraciones masivas" y por restaurar el "predominio estadounidense" en América Latina, con un "Corolario Trump" a la Doctrina Monroe
(Agencias)
El Gobierno de Donald Trump publicó este viernes (5.12.2025) un documento de 33 páginas titulado "Estrategia Nacional de Seguridad", en el que expone claramente el objetivo de reforzar la influencia de Estados Unidos en América Latina, donde la administración Trump ataca presuntas narcolanchas en el Caribe y el Pacífico, busca un cambio de Gobierno en la Venezuela de Nicolás Maduro y tomar el control de recursos clave como el Canal de Panamá.
Concebida para desarrollar la visión "America First" (Estados Unidos Primero) de Trump, la nueva estrategia estadounidense marca una reorientación de su política de los últimos años centrada en Asia, aunque sigue identificando a China como su principal competidor.
El documento afirma que Estados Unidos aplicará un "Corolario Trump" a la Doctrina Monroe, de la década de 1820, cuando Washington consolidó su hegemonía frente a los europeos en América Latina, a la que consideraba el "patio trasero" de Estados Unidos.
Washington reajustará su "presencia militar global para hacer frente a amenazas urgentes en nuestro hemisferio, y alejarnos de escenarios cuya importancia relativa para la seguridad nacional estadounidense ha disminuido en las últimas décadas o años", reza el texto.
Washington quiere además, bajo la presidencia de Trump, poner fin a las migraciones masivas en el mundo y hacer del control de las fronteras "el elemento principal de la seguridad" estadounidense, de acuerdo al documento.
"La era de las migraciones masivas debe llegar a su fin. La seguridad de las fronteras es el elemento principal de la seguridad nacional", señala la nueva estrategia.
"Debemos proteger a nuestro país contra las invasiones, no solo contra las migraciones descontroladas, sino también contra las amenazas transfronterizas como el terrorismo, las drogas, el espionaje y la trata de personas", agrega.
En el documento, Washington también critica duramente a los aliados europeos y señala que Estados Unidos respaldará a quienes se opongan a los valores promovidos por la Unión Europea, especialmente en materia de migración.
El Gobierno estadounidense afirma que cultivará una "resistencia a la trayectoria actual de Europa" dentro de las propias naciones europeas.
El documento apunta la disminución de la participación de Europa en la economía global, como resultado del ascenso de China y otras potencias emergentes: "Este declive económico está eclipsado por la perspectiva real y marcada de la desaparición de la civilización", sostiene. Y agrega que, "si las tendencias actuales continúan, el continente será irreconocible en 20 años o menos".
En momentos en que Trump busca poner fin a la guerra en Ucrania con un plan que sería favorable a Rusia, su gobierno acusa en el documento a los europeos de debilidad y afirma que Estados Unidos debería centrarse en "poner fin a la percepción, y prevenir la realidad, de la OTAN como una alianza en perpetua expansión".
Mientras, una portavoz de la Comisión Europea (CE) evitó valorar el documento, que aún no han podido analizar en detalle, aunque resaltó que la seguridad nacional de Estados Unidos ha estado "estrechamente vinculada" a la de Europa en las últimas décadas.
El texto añade que Estados Unidos también impediría que otras potencias dominen, pero precisó: "Esto no significa desperdiciar sangre y recursos para limitar la influencia de todas las grandes y medianas potencias del mundo".
Sobre China, la estrategia reitera los llamados a una región Asia-Pacífico "libre y abierta", pero se centra más en la competencia económica que supone el gigante asiático.
Tras mucha especulación sobre si Trump cedería en el tema de Taiwán, isla de régimen democrático que Pekín reclama como propia, la estrategia deja claro que Estados Unidos apoya el statu quo, pero insta a los aliados Japón y Corea del Sur a contribuir más para garantizar la defensa de Taiwán.
La estrategia presta relativamente poca atención a Oriente Medio, que durante mucho tiempo ha acaparado la atención de Washington. Señalando el aumento de la producción de energía en Estados Unidos, el documento afirma que "la razón histórica de Estados Unidos para centrarse en Oriente Medio disminuirá".
Oriente Medio ya no es "la fuente potencial de catástrofes inminentes que solía ser", sino que "más bien está emergiendo como un lugar de asociación, amistad e inversión", afirma el documento, aunque acota que la seguridad de Israel sigue siendo una prioridad para Washington.











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