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Así será el primer vuelo tripulado al espacio de Boeing, la empresa sacudida por los accidentes y fallas de seguridad de sus aviones


Redacción El Monitor


Tras años de retrasos y tropiezos, y en medio de investigaciones y críticas a la seguridad de sus aviones, Boeing finalmente se alista para enviar este lunes en la noche a astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional (EEI).


Es el primer vuelo de la cápsula Starliner de Boeing con tripulación a bordo: dos experimentados pilotos que revisarán la nave espacial durante la prueba de manejo y tendrán una estadía de una semana en la EEI.


La NASA recurrió a empresas estadounidenses para viajes de astronautas después de que se retiraron los transbordadores espaciales. Mientras SpaceX, de Elon Musk, ha realizado nueve viajes para la NASA desde 2020, Boeing solo ha realizado un par de vuelos de prueba no tripulados.


El director del programa Boeing, Mark Nappi, confesó que desearía que Starliner estuviera más avanzado. "No hay duda de eso, pero ya estamos aquí".


La tan esperada demostración de astronautas de la compañía está programada para despegar este lunes por la noche, a las 10:34 pm.


Si esta prueba sale bien, la NASA alternará entre Boeing y SpaceX para llevar a los astronautas hacia y desde la estación espacial.



Blanca con adornos negros y azules, la cápsula Starliner de Boeing mide aproximadamente 10 pies de alto y 15 de diámetro.


Puede albergar hasta siete personas, aunque las tripulaciones de la NASA normalmente son de cuatro, más la carga. La compañía optó por el nombre Starliner hace casi una década, una variación del nombre del primer Stratoliner de Boeing y del actual Dreamliner, cuyo modelo 787 en especial le está dando varios dolores de cabeza.



La cápsula Starliner de Boeing colocada ya en la parte superior del cohete Atas V en el Complejo de Lanzamientos espaciales 41, en Cabo Cañaveral, Florida. Crédito: Terry Renna/AP


No había nadie a bordo de los dos vuelos de prueba anteriores de la Starliner de Boeing. El primero, en 2019, sufrió problemas de software tan graves que su cápsula vacía no pudo llegar a la estación hasta el segundo intento en 2022.


Luego, el verano pasado, hubo problemas con paracaídas débiles y cinta inflamable que debían repararse o retirarse.

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