Un centenar de personas fueron asesinadas este lunes en un ataque armado al poblado de Sonankubu, en el centro de Mali.
Hasta el momento se han encontrado más de noventa cadáveres y hay más de treinta personas desaparecidas, tras un ataque que parece tener connotaciones étnicas, por lo que se descarta en un principio la pista del terrorismo yihadista.
Un grupo de hombres armados llegó al poblado de la etnia Dogon y lo rodeó por completo, antes de prender fuego a las viviendas con sus habitantes dentro. A los que trataban de huir los atacantes los abatieron a tiros.
La matanza parece un acto de venganza por la matanza ocurrida en marzo contra el poblado de Ogossagu, y que se saldó con 157 muertos de la etnia peul. La autoría se atribuyó a los cazadores dogon por el control de las tierras.
“Escandalizado”. El secretario general de la ONU, António Guterres, se declaró “escandalizado” por la matanza de al menos 95 civiles en un poblado de Mali y reclamó diálogo para acabar con las tensiones entre distintos grupos étnicos del país.