La cannabis sigue siendo la droga más ampliamente consumida en todo el mundo con 228 millones de consumidores,
Redacción El Monitor
La cantidad de consumidores de drogas a nivel global se elevó a 292 millones en 2022, lo que representa un aumento de 20% en 10 años, según el Informe Mundial sobre las Drogas que presentará este miércoles la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC).
El consumo de drogas en mujeres despuntó, no así el acceso a tratamiento, ya que sólo una de cada 18 con trastornos por consumo de drogas recibió atención en comparación con uno de cada siete hombres.
Y a nivel mundial, alrededor de 64 millones de personas sufren de trastornos por el uso de drogas, pero sólo una de cada 11 recibe tratamiento.
“Necesitamos proporcionar tratamiento y apoyo basados en evidencia a todas las personas afectadas por el uso de drogas, mientras nos enfocamos en el mercado de las drogas ilícitas e invertimos mucho más en prevención”, afirmó Ghada Waly, directora ejecutiva de ONUDC.
El reporte señala que 36% de las mujeres consumidoras está en Oceanía, 29% en las Américas, 19% en Europa, 12% en Asia y 10% en África.
Entre las drogas que consumen las mujeres en América, predominan los opioides 29 por ciento.
Waly hizo hincapié en que “la producción, el tráfico y el uso de drogas siguen exacerbando la inestabilidad y la desigualdad, al tiempo que causan daños incalculables a la salud, la seguridad y el bienestar de las personas”.
Vinculado a cuestiones de salud, la oficina refirió que el consumo de drogas inyectables sigue siendo un importante factor que detona la epidemia mundial de hepatitis C, con 23% de casos directamente relacionados.
En esta entrega, ONUDC señaló que la cannabis sigue siendo la droga más ampliamente consumida en todo el mundo (228 millones de consumidores), seguido por los opioides (60 millones de consumidores), las anfetaminas (30 millones de consumidores), la cocaína (23 millones de consumidores) y el éxtasis (20 millones de consumidores).
*Nitazenos, el foco rojo
La oficina de la ONU alertó que los nitazenos, un tipo de opioide sintético que puede ser más potente que el fentanilo, tuvo un repunte entre consumidores en varios países de altos ingresos, lo que ha provocado un alza en las muertes por sobredosis.
Desde 2019 este opioide que empezó a ganar terreno en el mercado del narcotráfico.
Los nitazenos notificados con mayor frecuencia incluyen: isonitazeno, metonutazeno, protonitazeni, etonitazepyna y etazeno, por lo que desde entonces están bajo control internacional.
Respecto de seguridad y justicia, ONUDC indicó que en 2022, siete millones de personas tuvieron algún contacto formal con la policía (arrestos, amonestaciones, apercibimientos) por delitos relacionados con las drogas, de los cuales cerca de dos tercios se debieron al uso o a la posesión de drogas para su consumo.
Añadió que, en ese mismo año se procesaron a 2.7 millones de personas por delitos relacionados con las drogas y más de 1.6 millones tuvieron una sentencia en todo el mundo, aunque hay diferencias significativas entre regiones en cuanto a la respuesta de la justicia penal a los delitos relacionados con las drogas.
*Narcotráfico se diversifica, alerta la ONU
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC) advirtió que los narcotraficantes en el Triángulo Dorado se están diversificando hacia otros mercados ilícitos, como el tráfico de vida silvestre, el fraude financiero y la extracción ilegal de recursos.
“Las zonas económicas especiales se han convertido en puntos críticos para empresas criminales y fraude financiero”, indicó en su Informe Mundial sobre las Drogas.
Señaló que la fabricación de anfetamina a gran escala sigue concentrada en zonas afectadas por desafíos de gobernanza e inestabilidad, así como una ley débil, por ejemplo en Afganistán, México, Birmania y Siria República Árabe.
*Medio ambiente, el perdedor
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito subrayó que las comunidades desplazadas, pobres y migrantes “se están viendo obligadas en ocasiones a recurrir al cultivo de opio o a la extracción ilegal de recursos para sobrevivir, cayendo en la trampa de endeudarse con grupos delictivos o en el autoconsumo de drogas”.
“Estas actividades ilícitas también están contribuyendo a la degradación ambiental mediante la deforestación, el vertimiento de desechos tóxicos y la contaminación química”, agregó.
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