Redacción El Monitor
En cifras de afectados, la crisis de Sudán es la más grave del mundo. Según un informe de la OIM, el 53 % de los desplazados son menores de 18 años.
Personas son transportadas en camiones para llevarlas desde Joda, en la frontera sudanesa, hasta Renk, en Sudán del Sur.
Personas son transportadas en camiones para llevarlas desde Joda, en la frontera sudanesa, hasta Renk, en Sudán del Sur.Imagen: Sally Hayden/SOPA Images/Sipa
Al cumplirse este lunes (15.04.2024) un año desde el estallido del conflicto interno en Sudán -entre Ejército y una facción rebelde con la que había colaborado hasta ese momento en una fallida transición política-, los civiles siguen huyendo y se estima que 20.000 personas están forzadas a abandonar sus hogares cada día.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) apunta a esa cifra, que abarca a los desplazados internos y a los refugiados que escapan más allá de las fronteras de Sudán, y que se cuenta en varios cientos por día.
En términos de personas afectadas, la crisis de Sudán es la más grave del mundo, con 8,5 millones de desplazamientos forzosos en solo un año, 1,8 millones de los cuales han sido a países vecinos, en particular Chad y Sudán del Sur.
Según un informe preparado por la OIM, el 53 % de los desplazados son menores de 18 años, lo que subraya la vulnerabilidad de este grupo.
Estas cifras, que ilustran la tragedia que se vive en Sudán desde hace un año y a la que no hay visos de solución, buscan dar una base de discusión a los gobiernos que se reunirán hoy en una conferencia internacional en París con el objetivo de levantar fondos para la ayuda humanitaria, dado que la financiación para esta tarea ha sido sumamente baja en los últimos meses.
De los 2.700 millones de dólares que la ONU ha estimado que se necesitan para preservar la vida de la población víctima de esta crisis (14,7 millones de personas), se ha recibido solo el 5 %.
El Gobierno sudanés ha criticado la conferencia, a la que no ha sido invitado ni sobre la que se le ha consultado.
"Sudán se está convirtiendo rápidamente en una de las mayores crisis humanitarias en décadas y el conflicto que está carcomiendo el país crea una presión en toda la región, con millones de personas desplazadas que están hambrientas y son presa fácil de explotación y abusos". comentó sobre esta situación la directora de la OIM, Amy Pope.
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