Redacción El Monitor
La Cumbre del Clima de Dubái (COP28) ha acordado iniciar una transición para dejar atrás los combustibles fósiles tras dos semanas de intensas negociaciones en las que cerca de 200 países han debatido la forma de atajar colectivamente la crisis climática.
Los países representados en la COP28 adoptaron este miércoles el ‘Balance Global’, el acuerdo con el que aspiran a reforzar su acción climática para contener el aumento de temperatura y que no supere el grado y medio respecto a los niveles preindustriales.
Acuerdo en la COP28
El presidente de la COP28 y Ministro de Industria y Tecnología Avanzada de los EAU, Sultan Ahmed Al Yaber (c), celebra amye el plenario de la Conferencia de Dubái el acuerdo sobre los combustibles fósiles. EFE/EPA/Martin Divisek
Respaldo del plenario
Dicho acuerdo, aprobado por consenso en el plenario, llama a los estados a iniciar una transición para alejarse de los combustibles fósiles, “de manera ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crítica, con el fin de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050, de acuerdo con la ciencia”.
Abrir una senda de abandono de estos tipos de energía era la prioridad en esta cumbre para la Unión Europea y otras economías industrializadas, así como para países muy vulnerables al cambio climático, como muchos estados en desarrollo.
Sin embargo, hasta el plenario había en la COP28 incertidumbre sobre si un acuerdo que marcara el fin de la era de los combustibles fósiles sería aceptado por países petroleros como Arabia Saudí, a quien señalaban como la principal oposición.
“Es un logro histórico y sin precedentes”, señaló en el plenario el presidente de la COP28, el emiratí Sultán Al Yaber, quien agradeció el “trabajo duro” de las delegaciones durante las últimas dos semanas y especialmente en las últimas horas en las que los países negociaron hasta la madrugada para lograr el consenso.
“Es el principio del fin” para los combustibles fósiles, celebró por su parte el director de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, quien tomó la palabra antes de que intervinieran los diferentes países según pedían la palabra.
Por su parte, el comisario europeo de acción climática, Wopke Hoekstra ha asegurado que “el mundo acaba de adoptar una decisión histórica en la COP28 para poner en marcha una transición irreversible y acelerada que nos aleje de los combustibles fósiles”.
La ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera, en representación de la presidencia del Consejo de la UE que en estos momentos tiene España, valoró que “no está todo hecho, pero hemos dado un paso muy importante adelante”.
El enviado especial del clima de Estados Unidos, John Kerry, alegó estar “maravillado” con el “espíritu de colaboración” entre países que ha visto en esta cumbre, donde en medio de los conflictos que suceden en el mundo -Ucrania, Oriente Medio y otros desafíos- “el multilateralismo se está imponiendo” y “definir el bien común cobra cada vez más interés”.
En la misma línea, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha destacado que el acuerdo alcanzado hoy reconoce, por primera vez, la necesidad de dejar atrás los combustibles fósiles, “después de muchos años en los que el debate sobre esta cuestión estuvo bloqueado”.
Según Guterres, “la ciencia nos dice que limitar el calentamiento global a 1,5 grados será imposible sin la eliminación gradual de todos los combustibles fósiles en un plazo coherente con este límite. Esto ha sido reconocido por una creciente y diversa coalición de países”.
Aunque el ritmo y las vías para lograr la transición diferirá en función del nivel de desarrollo de cada país, “todos los esfuerzos deben ser coherentes para lograr el objetivo global de ser cero neto emisiones en 2050 y preservar el objetivo de 1,5 grados”, ha insistido.
En este punto, Guterres ha subrayado que los países en desarrollo deben recibir apoyo, y que “la era de los combustibles fósiles debe terminar con justicia y equidad”.
Acuerdo en la COP28
La COP28 también supone avances en relación a los objetivos de adaptación y financiación, incluida la puesta en funcionamiento del Fondo de Pérdidas y Daños.
No obstante, el secretario general de la ONU ha lamentado que los compromisos financieros lanzados durante la cumbre “son muy limitados”, pese a que se alcanzó la cifra récord de 12.800 millones de dólares para las comunidades más vulnerables al clima.
En adaptación, las medidas acordadas proporcionan un conjunto “medible” de nuevos objetivos para impulsar las medidas necesarias y su implementación.
Además, hay una orientación clara en relación a la próxima ronda de planes nacionales de acción climática para 2025 –Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional- que todos los gobiernos deben comenzar a preparar ahora.
“Estoy movilizando a todo el sistema de las Naciones Unidas para ayudar en esos esfuerzos”, ha asegurado Guterres.
En este sentido, ha insistido en la necesidad de reformar los bancos multilaterales de desarrollo para aumentar masivamente el apoyo directo y movilizar mucha más financiación privada a costes razonables para la acción climática en los países en desarrollo.
“El mundo no puede permitirse retrasos, indecisiones o medidas a medias. Sigo confiando en que, a pesar de muchas diferencias, el mundo puede unirse y estar a la altura del desafío de la crisis climática. El multilateralismo sigue siendo la mejor esperanza de la humanidad”, ha concluido Guterres.
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