RASTROS Y ROSTROS

• Para cuándo “cuentas claras”

El quiebre en el sistema de salud estatal, que mantiene con el grito en el cielo a los ciudadanos “de a pie”, que no pueden darse el lujo de pagar doctores particulares y menos medicamentos, es un grave pendiente en la agenda mexiquense, al igual que la corrupción en varios municipios; no hay escarmiento para los saqueadores de los recursos público. En el Estado de México, diputados y autoridades se hacen de la “vista gorda”, mientras a nivel nacional, millones que votaron por “el cambio” aún aguardan ver “rodar cabezas”.

Asunto en boga porque afecta gravemente a la población; no existe en la entidad hospital público sin quejas por desabasto de insumos y medicamentos. El impecable trabajo y buena voluntad del actual titular del sector, don Gabriel O’Shea Cuevas, no puede subsanar el mega boquete que dejó la pasada administración en esa dependencia, imposible hacer milagros; en el sur el asunto se agrava debido a que pocos doctores se animan a trabajar en hospitales de la región, debido a la violencia, además en demarcaciones como Tlatlaya, la burocracia para mantener funcionado las casas de salud y clínicas, tiene detenidos los servicios en la cabecera municipal, afectando al menos 6 mil habitantes de escasos recursos.

En esa zona las clínicas y casas de salud permanecen cerradas por falta de mantenimiento en sus deterioradas instalaciones, lo que ocasionó que perdieran su Clave Única de Establecimientos de Salud (CLUES), que otorga el gobierno federal y permite que accedan a recursos para su operación, así como a materiales, medicamentos e insumos; de acuerdo con las autoridades municipales, la partida federal para arreglarlas, no llega desde finales del sexenio pasado. El panorama no es distinto en otras demarcaciones incluso del Valle de México, donde quienes intentan acceder alguna intervención quirúrgica tienen que comprar hasta guantes para los galenos.

A casi dos años de este “mexiquense sexenio”, no se ha podido “terminar” con las investigaciones sobre “las cuentas” de la pasada administración estatal, pese al generalizado clamor y evidente latrocinio en el que incurrieron los funcionarios anteriores... El capítulo de los Ayuntamientos, es un asunto aparte.

En la tesitura federal, podemos especular: la cancelación del NAIM, fue para evitar que “la banda” de emisarios del pasado, siguieran “sangrando” al país en beneficio de “sus dinastías”. Trama interesante porque tampoco hay castigos, aunque el particular, generó la víspera una disculpa del Presidente de México, al gobernador Alfredo Del Mazo, derivada de otro desatino del secretario federal de Comunicaciones, que por lo visto habla sin fundamento.

R A S T R O S . .

A estas alturas poco se sabe en torno a la deuda que arrastra el Estado de México desde la época de Arturo Montiel, pasando por el gobierno Peñista y la gota que derramó el vaso: el Eruvielista; desfalcaron al Estado, principalmente en las pensiones, en los gastos médicos, en todas las construcciones; secreto a voces, se atrevían a exigir a los proveedores sobreprecios y mordida del 10 al 15%, a los laboratorios proveedores de medicina. Impunidad y podredumbre al máximo. Pareciera que el único objetivo es no incomodar a la clase política.

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