Amatepec, México. Aun cuando no se sabe con precisión hace cuando dejaron de ser usados por las amas de casa, habitantes de este municipio sureño coinciden en señalar que los lavaderos públicos ubicados en el manantial de Agua Fría, tienen al menos un siglo de antigüedad, y en que las amas de casa, dejaron de acudir hace pocos años, debido a que ahora casi todas cuentan con una lavadora en su hogar, además de un conflicto legal que entre otras cosas, impidió que este espacio se continuará empleando.
En su momento, cuando en el municipio no había tecnología o en su caso, no todos tenían acceso a ella, decenas de amas de casa acudían desde la cabecera municipal hasta el manantial ya referido, para lavar decenas de ropa; algunos habitantes de avanzada edad recuerdan que cuando eran jóvenes acompañaban a sus mamás mientras ellas llevaban a cabo esta importante labor.
Las jornadas realizadas por las amas de casa iniciaban desde muy temprano, pues solo hay nueve lavaderos que se construyeron entorno a un enorme deposito (pila) para el almacenamiento del vital líquido. En la cabecera municipal eran indispensables estos espacios, pues en las inmediaciones no había ríos para poder lavar la ropa como ocurría en otros sitios de esta región.
Además de convertirse en un espacio para llevar a cabo una importante actividad doméstica, estos lavaderos se convirtieron también en una especie de entorno para el sano esparcimiento de las mujeres, pues durante su permanencia podían compartir sus vivencias, expresar o recibir un consejo o simple y sencillamente, dialogar para salir de la rutina diaria del hogar.
Con el paso de los años y ante una realidad donde ahora todas las amas de casa cuentan con una moderna lavadora, los antiguos lavaderos de Agua Fría se mantienen como testigos del pasado en esta tierra sureña, actualmente sería impensable que una ama de casa pudiera acudir ahí para desarrollar este necesario quehacer.