Con Sentido

Los Pueblos Mágicos mexiquenses y el turismo sexual.

Hablar de sexo y sus diversas expresiones siempre será un tema complicado, ya que su amplia utilidad genera posturas controversiales, sobre todo si se trata de imponer paradigmas para legitimar lecciones de moral.

Hoy por hoy, las libertades individuales incluyen la decisión de con quién tener sexo y en qué circunstancias, con la única limitante de que ambas partes estén de acuerdo.

Sin embargo, ya preocupa el aumento de prostitución en municipios como Valle de Bravo, Ixtapan de la Sal y Tepotzotlán, los tres Pueblos Mágicos del Estado de México, en donde, de unos años a la fecha, esta actividad ha tenido gran auge, sobre todo con ayuda de las redes sociales.

Si a ello le anexamos que con la llegada al poder del gobernador Alfredo Del Mazo Maza regresaron los table dance que fueron perseguidos y clausurados en el sexenio eruvielista, pues la cosa se pone, literal, más caliente.

No es novedad encontrarse con perfiles en Facebook y twitter donde se ofrece “acompañamiento” para los hombres que gusten de viajar solos a estos destinos mexiquenses. No viene el caso replicar los sitios, para no ayudar a su cometido, pero, incluso, ya algunos medios de circulación nacional han referido el uso del hashtags #Edoméx para acompañar ofertas sexuales.

Denuncias formales no hay pero tampoco se trata de una puesta en escena. Al ingresar a estas redes sociales, se puede fácilmente obtener un número telefónico para textear mediante wahatsapp y acordar el encuentro.

A la par, los lugares de sexo explicito abren sus puertas a ojos vistos en diversos municipios, sin que alguna autoridad municipal o estatal haga algo para detener su proliferación. Entre ellos se echan la bolita en cuanto a nivel de competencia.

¿Será que en unos años más será de lo más normal ver turismo sexual en bares y restaurantes como en Holanda o Hungría?

¿Es parte de evolucionar a una sociedad más evolucionada? ¿Estamos listos para enfrentarnos a estos escenarios que rompen de tajo con paradigmas que hemos cultivado desde la infancia?

Al tiempo.